viernes, 27 de enero de 2012

Treceava Entrega

Próxima Estación: Esperanza

Apuntes sobre el Primer Encuentro Plurinacional 
para profundizar el cambio.

El 11 de Enero finalizó en la ciudad de Cochabamba el “I Encuentro Plurinacional para profundizar el cambio”, convocado por el Presidente el pasado 12 de octubre con el objetivo de recibir un nuevo mandato de parte del pueblo que incluyera lineamientos productivos, económicos, políticos, organizativos y sociales. Luego de considerar que los reclamos fundamentales de la “Agenda de Octubre” estaban cumplidos (sobre todo la nacionalización de los hidrocarburos y la realización de una Asamblea Constituyente) Evo Morales lanzó una convocatoria que sorprendió a propios y extraños, con el objetivo de poder redefinir y profundizar el rumbo del proceso de cambio[1].

El encuentro se desarrolló en 3 etapas: entre el 12 y el 14 de diciembre se hizo la primera parte, en la cual representantes de las más variadas organizaciones sociales, pueblos indígenas, campesinos y originarios, comunidades afro-bolivianas, sindicatos, gremios de profesionales, representantes de universidades, cámaras empresariales, y organismos gubernamentales hicieron llegar sus propuestas. En la segunda etapa, cada uno de los delegados tuvo la obligación de socializar con sus bases lo discutido, para volver a las próximas sesiones con el mandato de sus respectivas organizaciones. Este momento intermedio consistió en la realización de Encuentros regionales en donde se analizaron las propuestas desde la especificidad de cada uno de los departamentos del país,  reuniendo nuevamente a una multiplicidad de organizaciones, reformulando y ampliando los diagnósticos y los lineamientos estratégicos.

En la última parte, que tuvo lugar del 9 al 11 de enero, se sistematizaron y compatibilizaron las propuestas iniciales con el trabajo departamental, lo que dio como resultado una “nueva agenda”. Surgieron más de 70 propuestas normativas y se puntualizó en la necesidad de continuar con el proceso de elaboración de leyes a partir de la participación y el control social y en concordancia con los principios pautados por la Constitución Política del Estado. El encuentro nació con la vocación de ampliar la democratización, promoviendo la toma de decisiones colectivas y los mecanismos que impidieran la burocratización de la dirigencia y la mercantilización de la actividad política. Participaron en total más de 5000 delegados de 600 organizaciones sociales a lo largo de los encuentros departamentales, y casi 1000 asistentes en el Cierre de la Cumbre,  generando un espacio inédito en el cual los sectores sociales debatieron sobre temas que antes estaban limitados a los círculos del poder. El Presidente celebró la activa y masiva participación y la multiplicidad de propuestas y proyectos de ley elaborados, que permiten que el  “pueblo corrija y marque el rumbo de sus autoridades”. Algunas de las propuestas serán de aplicación inmediata y otras quedarán para el mediano y largo plazo; algunas tendrán competencia municipal, otras departamental, y otras serán responsabilidad del gobierno central. Félix Cárdenas, Viceministro de Descolonización, afirmó que 2012 debe ser el año en el que se cristalicen las esperanzas del pueblo boliviano en hechos concretos.

A lo largo de todo el proceso se trabajó sobre 10 ejes temáticos: 1.- Desarrollo Económico (dividido en minería, hidrocarburos, transporte y telecomunicaciones) 2.- Seguridad con soberanía Alimentaria y Tierras 3.- Salario, Empleo y Seguridad Laboral 4.- Políticas Sociales (educación, salud, vivienda y agua potable) 5.- Seguridad Ciudadana 6.- Desarrollo Legislativo 7.- Autonomías  8.- Comunicación y Revolución Cultural 9.- Política Internacional 10.- Transparencia y Lucha Contra la Corrupción. Si bien sectores de la oposición sostuvieron que fue una agenda definida unilateralmente por el gobierno, lo cierto es que esta crítica invisibiliza que las problemáticas elegidas son la cristalización de las discusiones fundamentales que se han dado en estos años, y que son temas sobre los que necesariamente habrá que seguir debatiendo. Es probable que haya algunas omisiones, pero los temas silenciados también forman parte de las disputas por definir el camino a seguir. El encuentro tuvo sin duda un fuerte hincapié en los aspectos productivos y económicos; allí se planteó que en la búsqueda por sellar un nuevo acuerdo entre el Estado, la sociedad y los actores económicos es imprescindible repensar y diversificar la estructura económica, sostener y consolidar las formas comunitarias, avanzar en la industrialización local, regular la actividad financiera, limitar la propiedad extranjera sobre la tierra y generar nuevos puestos de trabajo digno. Quizás sea un tanto preocupante la ausencia de definiciones claras en torno al Vivir Bien como horizonte civilizatorio. También son para reflexionar las prioridades y los espacios que se darán a los diferentes sectores sociales en la construcción de la llamada “economía plural”, y cómo se compatibilizará el futuro programa industrializador con los derechos de la Madre Tierra y los derechos de los pueblos indígenas. Porque no debemos olvidar que aunque empresarios y organizaciones campesinas e indígenas se hayan sentado en la misma mesa para tratar de encontrar acuerdos, sus intereses son estructuralmente antagónicos: para construir un nuevo modelo económico social comunitario es necesario transformar profundamente las relaciones sociales de producción capitalistas.

El proceso boliviano se encuentra en un momento en el que para fortalecerse y madurar políticamente enfrenta el enorme desafío de construir a partir de las diferencias y encontrar un equilibrio (siempre fino, siempre riesgoso) entre las demandas corporativas y sectoriales y la consolidación del Estado Plurinacional. Se hace necesario también ampliar y mejorar la articulación entre las distintas instancias estatales, y con los movimientos sociales: aún existe un déficit en la coordinación que genera obstáculos para la puesta en marcha de algunos proyectos. Por otra parte, la Cumbre le dio vida y contenido real al concepto de corresponsabilidad: mediante un escenario de decisión socialmente participativo y democrático se apunta a romper con la visión de un estado paternalista y una sociedad civil dependiente, enfoque que no hace más que perpetuar las perspectivas coloniales sobre el poder. Los diferentes sectores conocen las directivas estratégicas que el gobierno ha recibido de primera mano, ya que ellos han sido los que lo han elaborado y podrán hacer sus reclamos a partir de eso. Fue un espacio que sin duda excedió a los sectores afines al partido gobernante, y en el que se escucharon diagnósticos y propuestas disímiles y contradictorias en algunos casos. En este sentido, la pluralidad presente le ha dado legitimidad al Encuentro. Pero además, se remarcó que no se trataba solamente de llevar propuestas, sino de considerar también la correlación de fuerzas que permitiera su aplicación real y las fuentes de financiamiento necesarias para llevarlas a la práctica. El Ministro de la Presidencia Carlos Romero indicó que “hay que debatir y definir las conclusiones, pero también propuestas metodológicas para su aplicación”. Sin embargo, hay que señalar que hubo algunas ausencias importantes: no fueron a la cita la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB) ni el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).

Este encuentro, impensado en otros tiempos y otros lugares, es resultado de la necesidad y la voluntad del gobierno de recibir nuevas directivas, en un intento por pensar colectivamente en las dificultades, poner sobre la mesa los límites y las potencialidades del proceso de cambio y definir el rumbo junto a las organizaciones sociales. En Cochabamba se puso en juego la capacidad de decir, pero sobre todo la voluntad de escuchar: fue el propio Evo Morales quien durante un día y medio estuvo sentado frente a frente con los delegados de las organizaciones, escuchando sus propuestas. Éstas asumieron la importancia de este encuentro y afirmaron que en tanto traen los mandatos de sus bases, esperan establecer un compromiso firme con el gobierno para que cumpla con los lineamientos consensuados. De lo contrario, advierten que no se quedarán quietos y harán oír su voz. Margarita Colque, representante de la confederación de mujeres Bartolina Sisa lo dijo claramente: el gobierno debe servir a las bases, y no servirse de las bases, como han hecho los anteriores gobiernos”. En ese sentido, se formó una comisión de seguimiento y control de las conclusiones surgidas de la Cumbre, que funcionará como garantía de cumplimiento de las mismas. Asimismo, se sostuvo la necesidad de reproducir este encuentro anualmente, institucionalizando el debate amplio de la sociedad como mecanismo de construcción de políticas públicas y de ejercicio de la democracia participativa.

Hasta la próxima…


[1] El cumplimiento de los reclamos de octubre es un punto que genera desacuerdos entre algunos sectores

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