jueves, 4 de agosto de 2011

Primera entrega

Recorrer La Paz, caminar sus calles empinadas y asombrarse en cada esquina, es siempre una oportunidad única. Y si a la de por si movilizadora experiencia de vivir en esta ciudad se le suman encuentros con algunos y algunas de los que están escribiendo la historia del proceso de cambio que vive este país desde hace por lo menos 5 años [1], la intensidad de la experiencia es todavía mas difícil de plasmar en un papel, pero vale el intento [2].

"La Paz, ciudad tan extraña, tan diferente a las demás ciudades del mundo, tan alta y a la vez tan profunda... No podría ser albergue de gente sumisa, blanda, mansa o adormecida" Alberto Ostria Gutierrez
Una semana después de llegar, y sin estar del todo repuestos de los efectos de la altura y de la sequedad en el ambiente (nuestros cuerpos son muy distintos a 4000 mts. de altura), asistimos a la Entrada Folklórica de la Universidad Mayor de San Andrés, la universidad publica más grande de Bolivia. En este acontecimiento, alrededor de 20.000 estudiantes, docentes y administrativos de la universidad, divididos en colectivos por carrera, se organizan en comparsas que eligen alguna de las más de 500 danzas que tienen las comunidades indígenas[3] y realizan un recorrido de 6 km. por las calles de la ciudad. El resultado es un evento que moviliza a un total de 70.000 personas y casi igual cantidad de litros de bebidas alcohólicas, que acompañan a un público entusiasta y a los esforzados danzarines. La inmensa variedad de colores, ritmos, movimientos y  trajes es una muestra más de lo extraordinariamente diversa que es la sociedad boliviana. Fue Zavaleta quien acuñó la expresión sociedad abigarrada para intentar explicar las complejidades de una Bolivia que nunca terminó de constituirse como un estado nación y ahora asume el desafío de construir un Estado Plurinacional, tal como lo marca su reciente (si, reciente, apenas tiene dos años) Constitución Política del Estado. Volviendo al desfile, fue impactante poder ver, en el lapso de dos horas, una multiplicidad haciéndose a si misma con cada paso que daban los integrantes de la UMSA. Inevitable no pensar (o quizás desear) en la posibilidad de que algo similar ocurriera en la UBA. Las escasas tradiciones en común que tenemos quienes la habitamos también implica, por un lado la imposibilidad de que algo así sucediese y por el otro la pregunta acerca del modo en que se (de) forman los colectivos en el tránsito por nuestra universidad. 








La mafia también se hizo presente

Bellezas paceñas

Un bolsillo resistente...
Oscar Vega (él, con toda su simpatía a cuestas, prefiere que lo llamemos Oky) nos regaló el privilegio de escuchar lo que fue una verdadera clase sobra la situación del proceso boliviano, sus tensiones, sus escollos, sus logros y sus desafíos. Ya estamos leyendo su último libro y café de por medio se ocupó de darnos sus apasionadas visiones,  permitiéndonos acercarnos más a las complejidades de este camino que está en marcha, y sin posibilidades de volver atrás.

Subir al Alto para encontrarnos con un joven referente de una organizacion indianista-katarista también significo internarnos en el maravilloso laberinto de la bolivianidad, si es que algo así existiese. Admirador de Frantz Fanon, dejó en claro sus criticas al gobierno del MAS por no haber cumplido con sus expectativas de descolonización.

El aula de la clase en la cual cursamos un módulo de la maestría en Estudios Críticos del Desarrollo también está constituida alrededor de esa diversidad. Cursamos junto a un politólogo aymara, un funcionario colombiano de Naciones Unidas, una socióloga japonesa, un psicólogo paceño y una niña coqueta de Santa Cruz entre otros y otras. Quien está al frente de la clase es Carmen Medeiros, que conjuga marxismo, pos-estructuralismo e indigenismo en partes iguales y expone sólida y contundentemente sus argumentos, generando un clima de debate e intercambio realmente fértil sobre las posibilidades de las experiencias de emancipación. Vale decir al respecto que probablemente Bolivia sea un lugar sumamente apropiado para poder formular una visión crítica de las corrientes desarrollistas y neodesarrollistas y de las estrategias de control y dominio que se esconden tras los discursos del desarrollo. A la vez, es el territorio en el cual se construyen modelos autónomos alrededor del paradigma del Suma Qamaña. El tema que ilustra estas tensiones y que en este momento tiene en vilo a la sociedad boliviana es la construcción de la carretera que uniría Cochabamba con Beni y atraviesa  el Parque Nacional y Terriotorio Indígena Isiboro Securé.

Pudimos también visitar Viñetas con Altura, el festival internacional de historietas de La Paz que ya alcanzó las nueve ediciones, convocando dibujantes y guionistas de todo el mundo a un encuentro de exposición e intercambio de sus trabajos. La cita se realiza en el hermoso edificio del  Museo Nacional de Etnografía y Folklore, una institución comprometida de lleno con la difusión del presente indígena, que cuenta con una biblioteca, una sala de estudio, salas de reuniones y realiza periódicamente seminarios y debates.

O viajamos en el tiempo o se colgaron con el cambio del cartel




La experiencia boliviana acaba de empezar para nosotros. Obviamente no es momento aún de elaborar reflexiones propias sobre la realidad boliviana. Claro que en estos encuentros surgen los diálogos, las hipótesis, las conclusiones, los enojos y las esperanzas que este proceso genera, pero es muy pronto para exponerlas.

Hasta la próxima…




[1] Tomamos como fecha arbitraria la llegada de Evo Morales Ayma al gobierno, convirtiéndose en el primer presidente indígena de Bolivia,  un hecho inédito en la historia del país. Por supuesto, este logro es resultado de innumerables años de lucha y resistencia a la vez que el inicio de un desafío mayúsculo.
[2] Vamos a utilizar el  hipervínculo como herramienta para incluir de primera mano el modo en que movimientos, experiencias y lugares se presentan en la web y así evitar caer en innecesarias descripciones. De este modo, quien lo deseé, puede ampliar la información sobre lo relatado. También tenemos entrevistas a los protagonistas, que con gusto compartiremos.
[3] En Bolivia, por algún proceso que desconocemos pero que seria importante elucidar, no se ha impuesto la nominación de “pueblos originarios”, mote políticamente correcto en boga en Argentina.

4 comentarios:

  1. (segundo intento...mi primer comentario se perdio debido a mi limitado manejo cybernetico...) en fin, volviendo a lo suyo...
    muy muy mu y muy groso el blog t sobre todo sus palabras!!!!
    me quede muy impresionada de lo bien escrito q esta.
    parece escrito por alguien con mas de una cana.
    la veo a Iru en la foto, cin esa cara de nena, y no pega mucho la cara con las palabras, pero siendo q los conozco a ambos dos, n dudo de q sean capaces de algo tan birn logrado, al menos para mi.sigan asi, y pronto tendran un buen libro :)espero q nos sigan ilustrando :)
    yo los abrazo y les mando el beso mas grande
    los quiere
    lau

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  2. La foto del bolsillo resistente esta genial, aguante antigua Alemania!!! JA!

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  3. Irene, que fotos!!! si asi fueran los mafiosos en Buenos Aires, seria mas facil identificarlos, je. Tito

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